“No puedes estar en soledad si te gusta la persona con la que estas solo” – Wayne Dyer

Muchas personas ven el estar sola como algo malo. Piensan que la soledad es un problema y que a nadie le gusta estar sola. Pero es todo lo contrario.

Una vez la abrazas trae consigo un montón de beneficios que empiezan a emerger en ti. Cuando empieces a disfrutar de tu tiempo a solas, empezarás a crecer como persona.

aprender a estar sola
Cuando aprendes a estar sola todas estas cosas empiezan a pasarte:

1. Tienes la oportunidad de recargar las pilas 

Estar rodeada de otras personas nos drena la energía. Hacer felices a los demás, hacerles reír, leer sus emociones es mentalmente agotador.

El tiempo a solas te permite un descanso emocional y poder recargar las pilas.

2. Tienes más tiempo para reflexionar 

Muchas veces la vida va demasiado deprisa, lo que nos dificulta mucho tener tiempo para reflexionar y pensar sobre nosotras mismas.

Estar sola te da una gran oportunidad para la autoreflexión. No tienes que gastar energía procesando los pensamientos y sentimientos de los demás y tienes tiempo para enfocarte en tu interior.

3. Conoces tus propias emociones 

aprender a estar solo

Pasa lo de siempre: si siempre estás rodeado de otras personas tendrás que leer y atender sus emociones. No te das tiempo para ti.

Estar sola te da tiempo a conocerte y conocerte te da la oportunidad de aprender sobre lo que sientes. Sabrás lo que te entristece, te alegra, te molesta o te hace feliz. Y una vez sepas todo esto podrás gestionarlo de la mejor manera para ti.

4. Empiezas a hacer las cosas que realmente te interesan

Cuando estás con otros has de seguir un poco lo que el grupo quiera. Y por lo general las cosas que te apetecen en ese momento no son siempre las que quiere la mayoría. Estar a solas te da la libertad de hacer lo que realmente quieres hacer.

5. Eres más productiva

Estar con otras personas divierte y nos entretiene pero también afecta a nuestra productividad. La presencia de otras personas puede distraerte para hacer tus cosas.

Cuando estás sola eres más productiva, tienes tus prioridades más claras y menos probabilidad de distraerte con otras cosas.

6. Serás más independiente 

aprender a estar sola

Si aprendes a estar sola al final te acabará gustando por todos los beneficios que reporta. Y eso a su vez hará que valores más esa independencia que te has creado. No tendrás la necesidad de estar con nadie más si no te apetece.

7. Tus relaciones serán mejores 

Sólo aprendiendo a estar sola puedes disfrutar de lo que es realmente la compañía de los demás. Valoras algo cuando conoces a su contrario.

Valoras a tus amistades porque conoces la soledad, y al revés. Es un enriquecimiento mutuo del lado personal y el lado social de tu vida.

8. No tienes que tener siempre felices a los demás 

Nuestra vida está llena de diversas relaciones. Y la mayor parte duran porque ambas personas son felices en ella.

Esto puede ser realmente agotador dependiendo de con quién sea la relación. Una vez estás sola la única felicidad por la que te tienes que preocupar es por la tuya propia. 

9. No tienes que disculparte por nada 

Cuando empieces a abrazar tu tiempo a solas aprenderás rápidamente que la soledad significa no tener que pedir perdón por cada cosa que haces.

Puede que hagamos cosas que molesten y hieran los sentimientos de otras personas y hemos de disculparnos por ello. Esto no pasa cuando estás sola. Estar sola elimina cualquier presión, ya puedes dejar de juzgarte por todo

10. No necesitarás la aprobación de los demás 

Muchas veces sentimos la necesidad de ser aceptados por amigos y familiares antes de hacer cualquier cosa. Nos encanta recurrir a otras personas para que nos aconsejen en nuestro próximo movimiento.

No te estoy diciendo que pedir consejo es mala idea, pero hay un montón de veces que somos más que capaces de actuar por nuestra cuenta y aún así insistimos en saber cómo lo harían los demás.

Pasar tiempo a solas te enseña a confiar en tus instintos y tomar decisiones sin ninguna influencia externa. Te hace independiente no sólo físicamente, también emocionalmente.