No te disculpes por ser quien eres. Eres perfecta y única así como estás.

No te disculpes por mostrar tus sentimientos. No te avergüences de ser quien realmente eres

¿Por qué te disculpas por ser tú? Si estás con gente que no está dispuesta a aceptarte por lo que eres es su problema, no el tuyo.

no te disculpes por ser quien eres

Nunca permitas que otra persona te haga cuestionar la esencia de tu identidad. Ni dejes que te hagan sentir mal por pensar o actuar de cierta manera, no es a ellos a quien les debes lealtad. Te debes a ti misma.

Haz de ti misma una prioridad de vez en cuando. No es egoísmo, es autocuidarse

Esta es la única vida que vas a vivir, así que no la malgastes intentado complacer a todos. Lo cierto es que no va a gustar a todo el mundo y algunas personas van a intentar hacerte sentir mal por ello. Sólo hay una tú en este mundo, no cambies para convertirte en una más. Eres única en tu especie, y eso es genial.

¿Por qué ibas a querer convertirte en una más? Eres la leche tal cual eres. Así. Ni más alta ni más baja. Ni más gritona ni más calmada. Ni más atrevida ni más vergonzosa. Así como estás. Así como ahora mismo eres.


No te arrepientas del pasado, es una pérdida de tiempo. Hay una razón para todo. Cada error que has cometido, cada debilidad, cada cosa terrible que has hecho. Crece de ella. La única forma de conseguir el respeto de los demás es cuando les demuestras que te respetas. Así que nunca te disculpes por ser tú.

La manera en que te tratas es la manera en que enseñas a los demás a tratarte

Lo que te hace grande no es lo que los demás piensan que eres. Lo que te hace grande es saber quién eres, estar orgullosa de ello, y cambiar todo lo que sabes que puedes mejorar. Pero no porque nadie te lo dijo sino porque nace de ti. Una mejor persona como forma de vida, y no como una obligación que te imponen los demás.

Por eso debes abrazar todo lo extraña y especial que eres, porque una vez que dejes de hacerlo dejarás de ser tú. Y ahí es cuando empiezas a dejar de amar quién eres. Y no puedes amar a nadie a menos que te ames a ti primero. Y eso es una gran razón para no disculparte más por ser como eres.