6.30 am, apagas la alarma. Abres los ojos y tu mente ya empieza a funcionar. Reuniones, conferencias, plazos de entrega…¿Por qué siempre hay mucho por hacer y nunca tiempo para hacerlo?

Coges el teléfono y te vas a la ducha mientras revisas las notificaciones.

Sabiendo que ella no está despierta, le envías un mensaje: “Buenos días cariño. Espero que tengas un magnífico día”.

Este mensaje sirve como dos recordatorios: quieres que sepa que es la primera cosa en la que piensas al despertar. Y más importante, ella necesita darse cuenta que, independientemente de lo estresado y ocupado que estás, ella es tu prioridad.

el sexo no es la única forma de ser infiel

Suena perfecto, pero no es la realidad. 

En lugar de ello, inciarás sesión en Instagram o Facebook, husmeando en la vida de los demás, y tal vez, sólo tal vez, enviarás ese mensaje de texto a tu pareja de camino al trabajo.

Hoy en día las relaciones no tienen dirección. La gente “queda” pero, ¿qué demonios significa eso ahora? ¿Es pasar un rato juntos 2 veces al mes? ¿Mensajearse todo el día? ¿Besarse aquí y allá?

Algo se está perdiendo. ¿Qué está causando que las relaciones se tambaleen como lo están haciendo?

Las relaciones prosperan gracias a la comunicación. Nuestras emociones más íntimas están reservadas para la persona que amamos, así que ¿por qué es aceptable que nunca se las mostremos?

Hemos aceptado tantas cosas inaceptables: sentarnos a cenar con los móviles fuera, discutir por mensajes, publicar cada minuto de nuestras vidas en las redes sociales.

¿Pero sabes qué supera a todo esto? Que la sociedad -o sea, todos nosotros- ha aceptado que las relaciones en las que estamos hay engaños a diario.

Cuando piensas en las infidelidades en el sentido tradicional, tener sexo con otra persona es lo primero que te viene a la mente. Una situación íntima en la que la persona que amas está conectando con otra persona.

Una vez te enteras, toda confianza se desvanece. Pero piensa en el concepto por un minuto.

El diccionario define el engaño como “la privación de algo valioso por el uso de la mentira o el fraude“. Está claro, el sexo es engañar y puede ser el caso más doloroso pero, ¿alguna vez te has parado a pensar que estás siendo engañado todos los días?

Experimentamos una falta de comunicación, atención, pasión, intimidad e incluso amor increíble. ¿¿Por qué esto no nos afecta?? ¿¿Por qué permitimos que sea algo tan común?? Este tipo de engaño es mucho más dañino que cualquier aventura sexual.

Has entregado tu corazón a alguien y lo amas  con cada hueso de tu cuerpo pero tienes que rogar por su atención.

Sólo necesitas un minuto para decirle que es guapísima. Para llamarla después del trabajo y decirle: “Vístete en 30 minutos. Te recojo y nos vamos, quiero llevarte a un lugar especial”. 

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Haz un esfuerzo. ¡Que vuelva el amor a la antigua usanza!

Los días de las manos cogidas, enviar flores sólo para sacarle una sonrisa, llevarla a cenar “sólo porque sí” o las notitas pegadas en el coche no deberían desaparecer nunca.

Tenemos que ser niños cuando se trata de amor.

Tenemos que ser vulnerables y libres. Y esto no pasa cuando estamos preocupados por los detalles de la vida de todos los demás.

Céntrate en ella. Apréciala. Demuéstrale lo mucho que significa en tu vida.

Pero lo más importante: pon el teléfono boca abajo y fíjate bien en quien está frente a ti.