“Nada desaparece hasta que nos ha enseñado lo que necesitamos saber”. Pema Chodron.

Si ha habido una cosa que me ha llevado a reinventarme un montón de veces es la Ansiedad. Y por ansiedad no me refiero a preocupación o inquietud. La ansiedad es un animal diferente que se apodera de una parte de ti y te interrumpe en tu camino. 

Tendemos a rechazar sus formas más leves y nos aterrorizamos en sus peores momentos, como los ataques de pánico. Y es que es difícil ver algún beneficio en nuestra lucha con la ansiedad, pero lo tiene.

entender a la ansiedad

La ansiedad viene con grandes tesoros escondidos en su interior, y que pueden ser tuyos si sabes cómo llegar a ellos.  Primero de todo, deja de luchar y escúchala. Te está dando pistas.

Recibe el mensaje

La ansiedad es un mensaje. Ella no es el verdadero problema. Es la voz de otra cosa que yace bajo ella la que te está gritando.

La mayoría de personas que experimentan ansiedad persiguen a los síntomas más que a las causas y luchan contra ellos como si fuera lo único a tratar. Esa no es una forma muy útil de saber cómo ocurrió, por qué está aquí y cómo liberarla.

¡PARA! ¡ME HACES DAÑO!

El mensaje de la ansiedad es simple. Son sólo 3 palabras: ¡PARA! Me haces daño. 

Cuando te invade la ansiedad y notas que te está haciendo daño el siguiente paso que debes tomar es encontrar ese dolor. Su gravedad es proporcional al alcance de lo que tienes que hacer frente, así que si sientes como si te fueras a morir busca algo grande en tu interior.

Sus métodos para paralizarte son variados, y algunos de los más comunes son: pensamientos negativos y recurrentes, sentirte fuera de sí, respiración costosa y pulso acelerado. El mensaje paralizador más fuerte aparece como un ataque de pánico y provoca una sensación como si te fueras a morir. Morir es la definición última de parar físicamente hablando, y de ahí el porqué de que nos sintamos así.

La buena noticia es que es una ilusión.

La ansiedad no te dañará si empiezas a escucharla y entender el origen de esos mensajes.

“Ey! Estoy hablando contigo. ¿Todavía me ignoras? UGH! Ok cuerpo, es tu turno. Hazle sentir que su corazón va a explotar.

“AHA! Conseguí que te fueras del trabajo hoy, ¿verdad? ¡BIEN! Ahora tenemos que hablar, hay algo a lo que tienes que hacer frente…¿QUÉ? ¿Que ahora te estás refugiando en una película?..¡ATAQUE DE PÁNICO! ZAS!”

Conservar la energía

La ansiedad puede percibirse como cíclica ya que persiste y luego te atrapa, por lo que es fácil sentirse dominada por ella. Sin embargo, siempre eres tú quien tiene el control. 

El cuerpo siempre busca un punto de equilibrio y descanso. Cuando la ansiedad se vuelve cíclica y aparentemente fuera de tu control, recuerda que sigue siendo sólo una parte de ti. La mantienes tú. Tú la haces funcionar. Y no parará hasta que consiga la suficiente atención para que puedas curarte. Hagas lo que hagas continuará apareciendo y desapareciendo hasta que decidas afrontarla.

Y esto es un cambio de perspectiva importante porque te ayudará a cambiar de bando.

No sentirás más que eres la víctima, sentirás que ahora eres tú la que tiene el poder. 

La ansiedad no puede crearte malestar siempre. Te motivará a curarte, y cuando lo haga se irá.

¿Quién o qué envía el mensaje?

Los mensajes de ansiedad pueden venir de cualquier cosa negativa que hayas vivido. Un evento traumático o doloroso no resuelto que se ha intentado olvidar o evitar. Alguien o algo que no has perdonado o superado…

El primer ataque de ansiedad de mi hermano vino por una alta inseguridad, una necesidad excesiva de agradar a los demás y una búsqueda interminable de su identidad a través de relaciones. Corrió por ahí intentado ser lo que querían que fuera. Y al año  de su última ruptura tuvo su primer ataque de pánico.

Se apoderó de él por completo y siguió haciéndolo durante 4 años. Hasta que decidió detenerse y sanar. Funcionó. La experiencia de sentir una ansiedad tan grande como para no salir de casa fue un completo éxito. Dirigió su mirada del mundo exterior a su mundo interior, donde justamente necesitaba concentrase.

Y finalmente pudo sanar y crecer. Se convirtió después en una persona más alegre, empática y conocedora de sí misma. La ansiedad cambió su vida, y doy fe de que estará eternamente agradecido.

Cómo recibir el mensaje

la ansiedad te está hablando

Descubrir la fuente de tu mensaje se puede lograr de muchas maneras. Pero aquí hay 7 formas que pueden ayudar a todo el mundo:

1. Acógela 

Hazte amiga de la ansiedad. Habla contigo misma y con ella tranquilamente: “Está bien. Estoy escuchando. Quiero escuchar qué tienes que decir. Sé que estás intentando llamar mi atención y si te escucho sé que pronto dejarás de repetir siempre lo mismo”. Luchar contra la ansiedad o resistirte a ella hará que persista.

2. Escribe sobre ella 

Sé que es pesado y suena como la solución general a todos los problemas personales. Pero un ritmo tranquilo de escritura y la atención total de tus sentidos a ella te ayudará a viajar por el camino de tu mensaje hasta su origen.

No siempre sabemos de dónde viene la ansiedad, así que tenemos que darnos tiempo para cavar y hurgar. Además somos gente de palabras. Cuando plasmamos nuestros pensamientos en papel se vuelven más claros y fáciles de trabajar.

3. Ríe 

Trae más risas a tu vida. Te ayudará a tomarte la vida menos en serio.

4. Ama 

Expresa el amor a las personas, animales, lugares, cosas, lo que sea que desees. Sé un faro del amor.

5. Ayuda a otros con su ansiedad 

Cuanto más convivas y experimentes con ella, más la conocerás. Y esto potenciará tu diálogo interno. Te fortalecerá.

6. Medita 

El control de la mente es esencial. Con una mente inquieta se hace difícil escuchar el mensaje de la ansiedad y seguirlo hasta su origen. Debes aprender a vivir el momento presente.

7. La solución eres tú 

Date cuenta de esto. Tienes lo que hay que buscar, escuchar y sanar. La ansiedad es un mensaje que nace en ti y habla a través de ti. Tienes lo que necesitas para sanar.

Recibe los regalos

Serás conectada de nuevoEse es el primer regalo. Tu cuerpo y tu mente irán en sintonía y serás de nuevo una persona íntegra. 

El segundo regalo es que te darás cuenta que tiene
s el poder de conducirte
a un ciclo de plenitud interior. Este proceso te otorgará las bases teóricas y prácticas del autoconocimiento, y con ello, las del desarrollo personal para que hagas de ti la persona que quieres ser. 

El tercer regalo es que te permite conocer tu propio poder con -y no sobre- tú y tu vida. 

Todo lo que tenías que hacer era escuchar.