A nadie le gusta sentir celos, sin embargo son una emoción inevitable que todos experimentaremos alguna vez. Pero el problema no es que aparezcan de vez en cuando, sino que cuando lo hagan no sepamos controlarlos.

Dejar que los celos nos dominen y moldeen la forma en que nos sentimos y vemos la realidad es espantoso y destructivo para nosotros y la gente que nos rodea.

Entender de dónde vienen esos sentimientos y aprender a lidiar con ellos de manera sana y constructiva es clave si queremos establecer una relación sana y feliz con nuestra pareja.

De dónde nacen los celos

A menor autoestima más celos.

Muchas personas no son conscientes de la inseguridad que existe dentro de ellas, tienen una gran voz interna negativa que no para de mandarles mensajes negativos sobre ellas mismas.

Si a los 15 años fuiste rechazada por un chico, esa voz interna te seguirá recordando hoy, a tus 30, lo perdedora que eres. Si tu novio de los 20 te engañó con otra esa voz te seguirá recordando hoy, a tus 35, que cualquier tío te hará lo mismo porque te lo mereces.

cómo no sentir celos

Esa voz interior es una conversación negativa, casi automática, que mantiene los sentimientos y pensamientos destructivos, te lleva a compararte, evaluarte y juzgarte con todos y todo. Por eso es tan importante que aprendas a controlar los celos.

Más que lo que haga o diga nuestra pareja, somos nosotras y los pensamientos que tenemos hacia nosotras mismas lo que nos provoca celos. Pensamientos como, “¿Qué verá en mí?” se convierten rápidamente en “Si su compañera es más guapa/alta/exitosa que yo”.

Incluso a veces, cuando nuestro mayor miedo se materializa y nos enteramos de la infidelidad de nuestra pareja nos culpamos a nosotras mismas por haber sido “antipáticas, dramáticas o sosas” con él.

Nuestra voz interior negativa nos dice que no debemos confiar en él ni ser demasiado vulnerables. Nos recuerda que no estamos a la altura ni merecemos que nos quieran.

Es ese suave susurro que planta la semilla de la duda, la sospecha y la incertidumbre. “¿Por qué está trabajando hasta tarde?”, “¿Por qué prefiere a sus amigos antes que a mí?”, “¿Qué hace cuando estoy fuera?”, “¿Por qué presta tanta atención a lo que ella está diciendo?”

Esta clase de pensamientos poco a poco se irán convirtiendo en ataques mucho más grandes hacia nosotras mismas y nuestra pareja. “No te hace ni caso”. “Debe de haber alguien más”. “Está perdiendo el interés”. “Quiere alejarse de ti”. “¿Quién querría escucharte? Eres tan aburrida”.

Estos sentimientos celosos pueden surgir cualquier momento de la relación, desde una primera cita hasta el décimo aniversario de un matrimonio. En un intento por protegernos decidimos escuchar a nuestra voz interna y alejarnos de nuestra pareja y hacer que él se aleje de nosotras.

Y eso no hace más que aumentar nuestra inseguridad. Si sabemos en el fondo que no estamos haciendo de nuestra relación una prioridad, que no somos cercanas ni afectivas, que estamos atacándole constantemente, tendemos a sentirnos más desconfiadas y celosas. Por eso es fundamental que aprendas a lidiar con tus celos y no a actuar ciegamente alejando a tu pareja aún más lejos.

Una vez nos hagamos las siguientes preguntas podremos entender cómo los celos tienen más que ver con nuestros problemas internos que con nuestra pareja o nuestro estilo de vida. Podremos tener más compasión por nosotras mismas y conseguir acallar los juicios que nos llevan a sentirnos inseguras.

Cómo superar los celos

1. Piensa en lo que despierta en tu interior

Cuando reflexionamos acerca de temas de nuestra vida nos surgen sensaciones, imágenes, pensamientos y sentimientos que nos hacen sentir alegres, enfadados, tristes, avergonzados, rabiosos.

Lo que pensamos desencadena en nosotros emociones que nos pueden hacer sentir la persona más feliz del mundo o la más desgraciada. Y eso es lo que pasa con los celos.

Tenemos que racionalizar esas sensaciones, imágenes y sentimientos que los celos provocan. ¿Esta situación actual saca a la luz cosas pasadas, como una relación negativa o una autoestima dañada en la adolescencia?

Cuanto más podamos conectar con estas emociones y reacciones a los acontecimientos pasados que aún nos afectan más podremos entender y cambiar cómo nos sentimos ahora.

2. Cálmate y mantente vulnerable

No importa lo celosas que nos sintamos, podemos encontrar formas de volver a nosotros mismos y calmarnos. Para volver a nosotros mismos tenemos que aceptar nuestras emociones con compasión. Recuerda que no importa lo fuerte que nos sintamos, los sentimientos fluyen como olas, alzándose y luego disminuyendo.

Es posible aceptar y reconocer nuestros celos sin actuar conforme a ellos. Podemos aprender formas de calmarnos antes de reaccionar, por ejemplo dando un paseo o haciendo una serie de respiraciones profundas.

Es mucho más fácil calmarse cuando nos negamos a escuchar a nuestra voz negativa interior, por eso es esencial aprender pasos para desafiarla.

Cuando cuestionamos a nuestro ego podemos pensar y ver con más claridad. Nos permite levantarnos por nosotros mismos siendo a la vez vulnerables y abiertas a nuestra relación.

Siendo conscientes que si nos alimentamos de furia, rabia, despecho y dudas así es como nos sentiremos, pero que si somos capaces de racionalizarlo podremos aspirar a la relación que buscamos y merecemos.

3. No actúes

Nuestra voz interior tiende a aconsejarnos a tomar acciones que pueden perjudicarnos a largo plazo. Cuando nos metemos en la espiral de celos puede decirnos que renunciemos o que dejemos de perseguir lo que queremos. Puede llevarnos a auto-atacarnos o a castigar a alguien a quien amamos.

Puede decirnos que ignoremos a nuestra pareja o que le azotemos en toda la cara. Y cada vez que le hacemos caso a esa voz estamos creando el hábito del miedo. Miedo de nuestra pareja a nuestra reacción. Miedo hacia nosotros mismos por dudar de todo. Miedo al miedo. 

Estamos invitando a nuestra pareja a que sea más cerrada, menos abierta con sus sentamientos, pensamientos y acciones. Lo que hace que aumente nuestra desconfianza y celos.

No hagas caso a tu voz interior. Racionaliza, vuelve a ti misma, cálmate y no actúes.

4. Busca tu propio sentido de la seguridad

Lo mejor que podemos hacer es concentrarnos en sentirnos fuertes y seguras de nosotras mismas. Tenemos que conquistar a nuestro ego y aprender a estar bien por nosotras mismas, sin necesitar el amor o la atención de nadie.

No necesitamos que alguien nos quiera para saber que somos encantadoras. Y además nadie puede darnos lo que necesitamos a todas horas en todo momento.

Somos nosotras quien debemos darnos el amor que exigimos a los demás. Somos nosotras quien debemos respetarnos y darnos la confianza en nosotras mismas sin esperar que nos la den los demás. Somos nosotras quien debemos enfrentarnos a nuestro crítico interior.

Y esto no significa cerrarnos a la gente o cerrarnos a lo que queremos. Significa abrazarnos a nosotras mismas mientras que creemos que somos lo suficientemente fuertes como para fallar o perder. No importa en qué, podremos manejar las emociones que surjan.

5. Sé competitiva

No te hablo de ponerse la meta de ser la mejor de todas, te hablo de competitividad personal. De ser mejor cada día.

Eso significa sentirnos a gusto con quienes somos y abrazar las cualidades que nos ayudarán a conseguir lo que queremos. En lugar de permitir que los celos nos conviertan en monstruos podemos crecer con ellos y conectarnos con quienes queremos ser y tomar acciones que nos acercan a eso.

Si queremos el respeto de los que nos rodean tenemos que ser atentas y consideradas en nuestras formas. Si queremos sentir el amor de nuestra pareja, debemos comprometernos a participar en actos de amor todos los días.

Si mantenemos el deseo de actuar con integridad y perseguir nuestros objetivos ganaremos la batalla más importante que enfrentaremos, la lucha por superarnos y convertirnos en nuestro verdadero yo, sin voces ni miedos susurrándonos al oído.

6. Habla de ello

Cuando sintamos que los celos se apoderan de nosotros es importante encontrar a la persona adecuada para hablar y expresar de una forma constructiva lo que sentimos.

Las personas que nos ayudan a salir de la espiral de pensamientos negativos y nos ayudan a ver el lado positivo y racionalizar nuestros celos es la clase de amigas que necesitas en estos momentos.

Todos tenemos amigos que se ponen un poco nerviosos cuando hablamos de ciertos temas y esos no son los más indicados para hablar cuando nos sentimos enfadados o furiosos. Tenemos que encontrar personas que nos ayuden a mantenernos en el camino y nos ayuden a ser la clase de persona que aspiramos a ser.

No necesitamos que nos juzguen en estos momentos, necesitamos saber que tenemos el apoyo para salir de ahí y que cuando consigamos dejar atrás al monstruo y mostrarnos al mundo y a nuestra pareja tal cual somos estaremos orgullosas porque conseguimos convertirnos en una mejor persona.

También es muy inteligente buscar la ayuda de un terapeuta. Puede ayudarnos a entender a nuestros sentimientos y a manejarlos, a la vez que actuamos de manera más sana y constructiva dentro de nuestra relación.

No hay duda de que se necesita cierta madurez emocional para hacer frente a los muchos sentimientos alrededor de los celos. Enfrentarse a nuestro voz interior negativa y a todos los miedos que genera. También mucha fuerza de voluntad para retroceder y resistir a nuestra impulsividad de actuar.

Pero cuando fomentamos este poder en nosotras mismas nos damos cuenta que somos mucho más fuertes de lo que pensamos. Aprender a lidiar con nuestros celos nos convierte en personas más seguras de nosotras mismas y de nuestras relaciones.