6 Beneficios de tener un corazón roto, a pesar de todo el dolor

Tener el corazón roto te quema por dentro. Sí, lo sé, quizá no sea la mejor frase para comenzar, pero es una gran forma de describirlo.

Conseguir que te rompan el corazón no es algo a lo que aspirar, pero creo que es casi una necesidad. Al menos, así lo veo yo.

beneficios de tener un corazón roto

No creo que ninguna persona pueda amar(se) de verdad sin haber perdido antes en el amor. En realidad no es tan difícil que te rompan el corazón y acabes herido y lleno de cicatrices.

El problema es que todo ese dolor no tiene sentido. Porque aunque ahora te cueste verlo, puedes sacar beneficios de tener un corazón hecho pedazos. Aquí hay 6 de ellos:

1. Te libera de la idea del cuento perfecto

Lo que ves en las películas y en los cuentos no existe. Eso no es amor.

El amor es imperfecto, como nosotros. Hay risas, pero también discusiones. Hay miradas pasionales, pero también distanciamientos. Hay buenos ratos, pero también días malos.

Sólo podrás disfrutar del amor cuando te liberes de su ideal de perfección. Tener un corazón roto duele, pero es una de las muchas cosas que definen al amor. No es agradable, pero es real, y por tanto necesario.

2. Te desafía

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Cuando te rompen el corazón simplemente lo sabes. Y no por la forma que te hace sentir, sino por los retos que te pone delante.

Te sientes perdido y confundido. No te apetece hacer las cosas que antes te encantaban y ya no tienes ilusión por nada. Y ahí es cuando puedes perder el control de tu vida: te dejas arrastrar o empiezas a nadar.

Los retos te obligan a mejorar y evolucionar, y esto es un desafío más que la vida está poniéndote frente a tus narices. Si lo superas serás más fuerte que nunca.

3. Te recuerda quién es el que importa

No necesitas buscar a tu media naranja porque tú ya eres una naranja entera. No hay nadie que te necesite más que tú, ni nadie que deba quererte más que tú mismo.

Si tu felicidad depende de otros, entonces no es tuya. Esa clase de felicidad tiene fecha de caducidad, y llega cuando esa persona desaparece de tu vida.

Lo bueno es que tú nunca dejarás de ser tú, al igual que él o ella nunca dejará de ser él o ella. Tener el corazón roto te recuerda que nada es para siempre, y que al final, a la única persona a la que te puedes apoyar por completo es a ti mismo. 

4. Te enseña algunas de las caras más feas de la vida

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Hay 3 cosas que te cambian: la muerte, la vida y la ruptura de pareja.

Ahora es la pena la que ocupa el vacío que dejó el amor. Y cuanto más profundo es el amor, más hondo es el agujero y más dolor necesitas para llenarlo. Y el problema de todo esto es que cuanto más tiempo estés así, más negativo te vuelves.

La pena acaba envolviéndote. Te cuesta sonreír y salir con los amigos. Tener el corazón roto no es algo que te puedas quitar de encima. No si el amor fue auténtico.

La buena noticia es que acabarás tocando fondo -tú decides qué clase de fondo– y ahí, en ese preciso momento, realmente sabrás de qué estás hecho.

5. Te ayuda a evolucionar en tus ideas y creencias

Cuando encuentras el amor de tu vida todo parece perfecto. Sentimos que el mundo está exactamente como debería estar. El césped está más verde, el cielo más azul y el sol brilla más.

Pero cuando nuestra relación se desmorona todo eso se va a la m*****. El mundo ya no es perfecto y tú te sientes idiota por creer que el amor verdadero existe.

¿Acaso existe el amor verdadero? ¿Qué características tiene eso que llamamos verdadero? ¿Qué define al amor?

No importa a qué conclusión llegues. Lo que importa es que estás cuestionando tus creencias acerca del amor.

El amor es mucho más complejo y completo de lo que pensabas. Ahora toca volver a examinar y evolucionar su concepto. En definitiva, acercarte un poco más a la verdad.

6. Te da el espacio para un nuevo amor en tu vida

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Si hay algo que caracterice por encima de todo al amor es que es cíclico. No tiene origen ni final y se repite constantemente.

Hoy estás destrozado por tener el corazón hecho pedazos, pero algún día todos esos trozos se juntarán de nuevo y volverás a tener tu corazón. Uno más grande y sabio. Uno capaz de amar sin miedos ni rencores. Un corazón dispuesto a amar, y a ser amado.

“Nunca sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es tu única opción”