La necesidad de complacer a los demás, ¿hasta qué punto es sana?
Hace 3 años o menos, cuando yo era un poquito más joven, estaba obsesionada con agradar a todo el mundo. Me motivaba el refuerzo positivo que recibía al hacer felices a los demás ya que decepcionarles me resultaba profundamente incómodo. Más que incluso decepcionarme a mí misma.
Me llevó tiempo liberarme de esta necesidad. Con el tiempo se me fue de las manos. Seguía dando y dando a los demás pero a mí no me daba nada. Con tal de conseguir la aprobación de los demás estaba renunciando a la mía propia. Me convertí en una adicta.
Te conviertes en un adicto de la aprobación y de las emociones positivas que sientes al satisfacer a los demás. Y acabas creyendo que no eres digno ni útil si no les complaces.
Y entonces empiezas a perderte. Pierdes la identidad de quién eres, lo que quieres, y cómo quieres tu vida. Y te das cuenta que acabas entrenando a tu familia y amigos para que esperen todo de ti y encima con una sonrisa en la cara.
¿Te suena algo de esto familiar?
Estas son algunas señales de que tu también eres un(a) complaciente a los demás:
- 1. Consientes los deseos de los demás con tal de evitar conflictos.
- 2. Dices “sí” cuando quieres decir “no”, y viceversa.
- 3. Nunca quieres herir los sentimientos de nadie, incluso a tu coste.
- 4. Prefieres aparentar que estás contenta y bien aunque no lo estés.
- 5. Te sientes una buena persona cuando complaces a los demás y una mala cuando no lo haces.
- 6. No has definido tus metas ni tus sueños.
- 7. Te guías por lo que “debes” hacer y no por lo que quieres hacer.
- 8. Tiendes a atraer a gente que necesita ser ayudada.
- 9. Rara vez dices lo que piensas o sientes.
- 10. Intentas ser perfecta siempre.
- 11. Temes desesperadamente decepcionar a otras personas.
- 12. Reprimes tu enfado o disconformidad por miedo al rechazo.
- 13. Pides disculpas y te sientes culpable cuando en realidad no es tu culpa.
- 14. A menudo te sientes atrapada y te ansias.
- 15. Te sientes culpable por no ser capaz de lograr más.
Aunque parezca que sacrificar todo por los demás es una manera bonita y generosa de vivir, en realidad estás destruyendo quién eres.
Tú das la mano. Ellos cogen el brazo entero
Aquellos a quienes complaces aceptan encantados tu bondad. Pero al mismo tiempo empiezan a perder el respeto por ti. Ven que tienes límites personales muy débiles y no dudarán en pisotearlos ya que tú misma les has dado permiso para hacerlo.
A pesar de que deseas profundamente su aprobación, con tu falta de confianza y amor propio los estás alejando. Tu desconfianza por expresar tus opiniones y tu miedo por ser tú misma los aleja. Y eso lleva a las personas, muchas veces inconscientemente, a aprovecharse de ti. Cuanto más les das, más quieren.
Se necesita una gran energía para mantener a todo el mundo contento, ¿verdad? y decir que sí a todo y a todos. ¡Pues es imposible ser perfecta! ¿Lo entiendes? Es imposible evitar todos los conflictos, satisfacer las necesidades de todos y sentirte como si nada.
Porque esto al final estalla. Y esos sentimientos se convierten en frustración y resentimiento. Pero claro, no “debes” expresar tu enfado así que te los guardas, y es cuando te sientes ansiosa, deprimida y enfadada, y lo peor es que no sabes si es contigo o con el mundo.
Tu felicidad personal, tus relaciones e incluso tu salud dependen de tu capacidad para reclamarte a ti misma y evitar complacer a los demás. Esto no significa que no puedas hacer nunca nada por nadie.
Pero sí quiere decir que debes cambiar tus prioridades y ser tú la que o el que conduzca su vida.
Complacer a los demás se convierte en una elección fundada en una autoestima y autoconcepto saludable, y no en un medio para validar esa autoestima y autoconcepto a través de los demás.
Para hacer algo por los demás primero has de hacerlo por ti misma.
No ayudas a nadie con tu sacrificio. Nunca lo olvides.
Gracias por el artículo, me siento muy identificada, espero pronto salir de ello
TOTALMENTE EXACTO MI COMPORTAMIENTO ENCAJA DENTRO DE ESTE TEMA, SE ME VUELVE RECURRENTE CADA TEMPORADA Y VUELVO A CAER EN LO MISMO VEZ TRAS VEZ
Hola andrea con este articulo me siento muy identificada, tengo muchos conflictos emocionales y me gustaría platicarlos contigo no se como podría contactarte en verdad es urgente estoy tocando fondo siento que me perdí, agradecería tu acesoria
LU, te dejo el enlace a mis consultas https://qoolife.com/s/consulta-psicologica-online/consultas ¡Gracias!
Gracias Andrea muy interesante, sinceramente estaba pasando por eso y todo es cómo lo planteas, me has ayudado a reflexionar y sobre todo ponerlo en practica, seguiré leyendo otros artículos es un período que lo necesito, mis saludos.Muchas gracias.
A ti Sara por dejar tu comentario. Hasta la próxima 🙂
Muy buen aporte Andrea, mis felicitaciones. Tus palabras inspíran de verdad, espero salir de ese mal habito que me consume. Voy a leer mas articulos tuyos. Muchas gracias. Un abrazo.
Gracias Moises, espero que te sean de utilidad 🙂 ¡¡Saludos!!
excelente Me identifico totalmente !!! y cuànto cuesta cambiar!! En determinado momento hasta es casi imposible…..
muy bueno,
Muchísimas gracias Ezequiel, feliz año! 🙂
Interesante artículo Andrea. Gracias
De nada Javier. Gracias!
Me siento muy identificado con este artículo, es tal cuál lo describes.
Agradezco haberte encontrado Andrea (ayer por youtube), explicas en lenguaje sencillo como superar algunas conductas que a veces nos atormentan.Además, es difícil no prestarte atención con lo hermosa que eres!
Un gran saludo desde Córdoba,Argentina
Adrián
Gracias Adrián. Palabras como las tuyas se agradecen muchísimo sabiendo sobre todo que lo que hago tiene un sentido para las personas. De nuevo gracias y hasta la próxima 🙂 Un saludo