Los celos es algo muy común en los tiempos que corren. Cada persona cuenta con unas estrategias para hacerle frente. Pero ahora la investigación comprueba que ciertas personas reaccionan de una forma muy particular ante ellos.

La investigación revela que ciertas personas reaccionan a los celos de una forma muy inesperada

Imagina que tú y tu pareja estáis por ahí tomando algo un viernes por la noche y tu pareja recibe un mensaje de texto de alguien que no conoces. Tú preguntas quién es y tu pareja responde que se trata de una chica (o un chico) del trabajo (una persona por la que tu pareja se podría sentir atraída), y que esta persona ha estado mandándole últimamente mensajes graciosos.

Aunque esta situación parece bastante inofensiva, tú todavía estás preguntándote si tu pareja se sentirá atraíd@ por esa persona. Si la persona es divertida probablemente también es físicamente atractiva, o atenta, o simplemente ha estado prestando más atención a tu pareja que lo que tú lo has hecho últimamente.
Contempla estas posibilidades, empiezas a sentir celos. 

Desde el punto de vista evolutivo, los celos románticos son una reacción natural a ciertas situaciones. Nos motivan a tratar de proteger nuestra relación de una amenaza percibida y a mantener el interés de nuestra pareja.

Hay varias maneras de proteger nuestra relación de las amenazas externas. Nuestras tácticas pueden ir desde peleas con el forastero a intentar mejorar la relación con nuestra pareja. En términos generales, nuestras estrategias para proteger nuestra relación se dividen en 2 categorías: las tácticas intra-sexuales y las tácticas inter-sexuales.

• 1. Tácticas intra-sexuales. Son intentos de alejar al rival que amenaza la relación. Lo equivalente en la naturaleza sería una pelea de un par de ciervos con sus grandes astas por acceder a las hembras. El equivalente humano podría ser decirle a la persona que manda mensajes a tu pareja que te parece inapropiado que lo haga y que deje de hacerlo.

• 2. Tácticas inter-sexuales. Tienen como objetivo mantener la atención y el afecto de tu pareja. El animal equivalente sería el pavo real macho mostrando sus plumas para convertirse en la opción más atractiva para las hembras. En los seres humanos esto podría entenderse como ser más romántic@ con tu pareja, mejorar la comunicación, hacerle algún detalle.

La investigación

La psicóloga Erica Slotter y su equipo publicaron recientemente una investigación que examinaba una forma distinta de táctica inter-sexual. Cambiarte a ti mism@ para ser más similar a la persona que amenaza tu relación.

La investigación acerca de la identidad ha demostrado que a menudo asumimos características de los demás cuando estamos motivados a hacerlo. Cuando queremos mejorar la cercanía en nuestras relaciones románticas, reivindicamos características de nuestra pareja como nuestras. Nos vemos más deportistas, musicales, o amantes de la noche porque ellos lo son.

El trabajo de Slotter encontró que hay personas que alteran la forma en la que se ven a sí mismos para ser más similares al individuo que amenaza su relación.

A través de 5 estudios se estableció que cuando los individuos perciben que su pareja está interesada en otra persona experimentan sentimientos elevados de celos. Estos celos predicen que los rasgos que avala el intruso no los poseía el individuo anteriormente. Se cree que la razón detrás de este cambio de “auto-imagen” es que estos individuos están intentando defender su relación siendo más similares a la persona que la amenaza.

Si tu pareja está interesada en esa persona -te dice el pensamiento, esa persona deberá poseer rasgos que a tu pareja le gustan. Entonces poseer esos rasgos podría ayudarte.

Resultados

Se necesita más investigación para evaluar cuáles podrían ser las consecuencias de estos efectos. No sabemos si el auto-cambio que los individuos exhiben en los estudios beneficia realmente al propósito de proteger la relación y retener a la pareja. Tampoco se sabe si tienen impacto en el bienestar personal de los individuos.

En general hay muchas preguntas que responder pero los datos sugieren que cuando el monstruo de ojos verde emerge no sólo puede cambiar nuestro comportamiento, sino también lo que somos.