Hombres, Mujeres y Celos
Allá por el año 92, David Buss y sus colegas de la Universidad de Michigan publicaron los resultados de 3 estudios que mostraban que hombres y mujeres responden de manera diferente a la infidelidad sexual y emocional.
Argumentaron que las diferentes reacciones derivaban de las diferencias sexuales en los desafíos para una reproducción exitosa.>
Resultados
Los hombres, dijeron, se enfrentan a riesgos de la infidelidad sexual que incluyen una menor probabilidad de reproducción y la posibilidad de invertir recursos en la crianza y educación de los hijos de otro hombre.
Por otro lado, la infidelidad sexual no afecta a la capacidad de la mujer para reproducirse, pero la infidelidad emocional (enamorarse de otra y reorientar los recursos a ella) podría poner en peligro su capacidad para mantener a sus hijos.
Al igual que muchos artículos extraídos de la perspectiva de la psicología evolutiva, la postura tomada por Buss y sus colegas fue muy criticada, sobre todo en la base de su metodología. Los críticos de esta postura argumentaban que las diferencias entre los hombres y las mujeres se debían más a causas sociales que a causas biológicas o evolutivas.
Una nueva investigación
Frederick y Fales han ampliado el enfoque de Buss y sus colegas en la evaluación de la infidelidad sexual y emocional mediante una encuesta a casi 64.000 adultos estadounidenses.
Los hombres heterosexuales se mostraron muchos más propensos a estar molestos por la infidelidad sexual, en contraste con las mujeres heterosexuales, hombres y mujeres homosexuales y hombres y mujeres bisexuales, que mostraron mucha más angustia por la infidelidad emocional.
No sólo Frederick y Fales proporcionan una muestra mucho más representativa (sus participantes oscilaban entre los 18 y 65 años de edad), sino que incluyeron individuos con diferentes orientaciones sexuales.
En este caso, el hecho de que sólo los hombres heterosexuales de todos los grupos de orientación sexual fueran los únicos que respondieran más dramáticamente a la infidelidad sexual otorga un apoyo considerable al énfasis de la perspectiva evolutiva en la incertidumbre paterna.